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46 classes
Bajo la sombra del ciprés y el sauce Llega la espuma del sereno arroyo: Quieta y callada la natura yace; ¡Ven, mi querida!
36estrofa_sáfica
y tan santo el pensamiento desta santa pretensión, aún parece que es razón ayudar su casamiento.
19redondilla
Cuando el hijo salvaje del desierto ata su blanca yegua enflaquecida al fuerte tronco de gigante planta, y, tregua dando a su mortal fatiga, cae en el lecho de tostada arena donde la luz reverberar se mira, sueña en los verdes campos anchurosos en que se eleva la gallarda espiga, dorada por el Sol resplandeciente; en la plácida fuente cristalina que le apaga la sed abrasadora; en la tribu que forma su familia; en el lejano oasis misterioso cuya frescura a descansar convida; y en el harem, poblado de mujeres bellas, como la luz del mediodía, que, entre nubes de aromas enervantes, prodigan al sultán dulces caricias.
18romance_arte_mayor
E no mires mis passiones y grandes vicios que sygo tu, señor, y grande amigo; mas nota bien lo que digo pospuestas adulaciones: por lo qual mis atauios valen menos, e nin tengo cofres llenos, nin vazios.
38novena
Cuando más yo te quería, me presisó el orbiarte, porque si no me moría.
30soleá
Aunque pierda tiempo en vano, Dueña, vos me perdonad, Que cierto de llano en llano Vos amo por lealtad: Aunque sé que non gano Si non seguir voluntad, En esta fe moriré.
20septilla
En los alambres golondrina posada: la del paisaje.
8haiku
Sí, mis oídos la oyeron, Mis ojos la contemplaron; Era hermosa y Ia creyeron... Mis oídos me mintieron O sus ojos me engañaron.
29quintilla
Va cayendo la noche: La bruma ha bajado a los montes el cielo: Una lluvia menuda y monótona humedece los árboles secos. El rumor de sus gotas penetra hasta el fondo sagrado del pecho, donde el alma, dulcísima, esconde su perfume de amor y recuerdos. ¡Cómo cae la bruma en en alma! ¡Qué tristeza de vagos misterios en sus nieblas heladas esconden esas tardes sin sol ni luceros! En las tardes de rosas y brisas los dolores se olvidan, riendo, y las penas glaciales se ocultan tras los ojos radiantes de fuego. Cuando el frío desciende a la tierra, inundando las frentes de invierno, se reflejan las almas marchitas a través de los pálidos cuerpos. Y hay un algo de pena insondable en los ojos sin lumbre del cielo, y las largas miradas se pierden en la nada sin fe de los sueños. La nostalgia, tristísima, arroja en las almas su amargo silencio, Y los niños se duermen soñando con ladrones y lobos hambrientos. Los jardines se mueren de frío; en sus largos caminos desiertos no hay rosales cubiertos de rosas, no hay sonrisas, suspiros ni besos. ¡Como cae la bruma en el alma perfumada de amor y recuerdos! ¡Cuantas almas se van de la vida estas tardes sin sol ni luceros!
18romance_arte_mayor
En cambio ¡qué jubilosas, qué frescas y qué elegantes están las jóvenes rosas! ¡Qué indevotos sus amantes!
5cuarteta
Muero en ver que se despiden mis ojos de su alegría, y es tan grande el agonía que estas lágrimas me impiden decirte lo que querría. Estos mis ojos, zagal, antes que cerrados sean ruego yo a Dios que te vean, que aunque tú causas su mal ellos no te lo desean."
6copla_real
Pues si vemos lo presente cómo en un punto se es ido y acabado, si juzgamos sabiamente, daremos lo no venido por pasado.
12sextilla
Sueño con verme en tus ojos. Antojos. Con tu boca me enloqueces. Mis preces. ¡Ay, qué tormento los celos! Desvelos. Busco el final de mis duelos. Si tú me ignoras, encanto, me mato, mira mi espanto: antojos, preces, desvelos.
0ovillejo
Vino de la viña de la boca loca, Que hace arder el beso, que el mordisco invoca, ¡Oh los blancos dientes de la loca boca!
42terceto_monorrimo
Recuerda que tú existes tan sólo en este libro, agradece tu vida a mis fantasmas, a la pasión que pongo en cada verso por recordar el aire que respiras, la ropa que te pones y me quitas, los taxis en que viajas cada noche, sirena y corazón de los taxistas, las copas que compartes por los bares con las gentes que viven en sus barras. Recuerda que yo espero al otro lado de los tranvías cuando llegas tarde, que, centinela incómodo, el teléfono se convierte en un huésped sin noticias, que hay un rumor vacío de ascensores querellándose solos, convocando mientras suben o bajan tu nostalgia. Recuerda que mi reino son las dudas de esta ciudad con prisa solamente, y que la libertad, cisne terrible, no es el ave nocturna de los sueños, sí la complicidad, su mantenerse herida por el sable que nos hace sabernos personajes literarios, mentiras de verdad, verdades de mentira.
35unknown
Entre la arena cogiendo conchas y piedras pintadas, muchos cantares diciendo con el son del ronco estruendo de las ondas alteradas. Junto al agua se ponía, y las ondas aguardaba, y en verlas llegar huía, pero a veces no podía y el blanco pie se mojaba.
6copla_real
Si es cierto lo que se espera, es un consuelo en verdad; pero siendo una quimera, en tan frágil realidad quien espera desespera.
29quintilla
¿Y a este teclado tan rengo que tengo? Lo he condenado a quemarme y atarme con hilados sin enredos los dedos. Porque si afirmo mis credos, y escribirte ya no cabe, no queda opción ya se sabe: ¡Tengo que atarme los dedos!
0ovillejo
Es un sueño la vida, pero un sueño febril que dura un punto: cuando de él se despierta, se ve que todo es vanidad y humo... ¡ojalá fuera un sueño muy largo y profundo; un sueño que durara hasta la muerte!... yo soñaría con mi amor y el tuyo.
21silva_arromanzada
Amo la lluvia la desearía siempre sobre mi cara
8haiku
Turbando su triste calma, si en el fondo de mi alma.
3couplet
Yo: que en la mano tiene todo a su voluntad; él: que domina al mundo su poder, y es verdad. Si saben comprender la Santa Trinidad, de las leyes merecen tener seguridad.”
9cuaderna_vía
Haces grande merced en despreciarme, en mostrárteme dura y desdeñosa y en ser para conmigo escrupulosa me haces merced pensando tú injuriarme.
24cuarteto
Muchas veces se paraba vueltos los ojos al suelo, y con tan gran desconsuelo otras veces los alzaba, que los hincaba en el cielo. Diciendo, con más dolor que cabe en entendimiento: pues el bien trae tal descuento, de hoy más bien puedes, amor, guardar tu contentamiento.
6copla_real
Es el fin del bien que espero alcanzar vuestro querer, que sin vos querer no quiero bien ni gloria ni placer;
5cuarteta
Allí un gringo con un órgano y una mona que bailaba, haciéndonos reir estaba cuando le tocó el arreo- ¡tan grande el gringo y tan feo! lo viera cómo lloraba.
12sextilla
Porque todo era jugarle por los lomos con la espada, y aunque usté no hiciera nada lo mesmito que en Palermo, le daban cada cepiada que lo dejaban enfermo.
12sextilla
A mí no convienen aquellos favores de los vanos dioses, ni los invocar, que vos, los poetas y los oradores llamados al tiempo de vuestro exhortar; que la justa causa me presta logar, y maternal rabia me vuelve elocuente, porque a ti, preclaro y varón esciente, explique aquel hecho que puedas contar.
41copla_arte_mayor
La mayor cuita que haber pueda ningún amador es membrarse del placer en el tiempo del dolor; e ya sea que ela rdor del fuego nos atormenta, mayor dolor nos aumenta está tristeza y langor.
15octavilla
L[a]s quales de que me vieron e sintieron mis pisadas, una a otra se bolvieron bien como maravilladas. "¡O ánimas afanadas, (yo les dixe), que en Espa[ñ]a nasgistes, si no me enga[ñ]a la fabla, o fuystes criadas!
15octavilla
Duerme, la oreja en acecho, como un lobo montaraz el silencio suspicaz del precipicio en acecho... Frunce el erial su despecho, mientras disuelve y rehúsa el borbollón de la esclusa monólogos de esquimal, en gárgaras de cristal y euforias de cornamusa.
13espinela
Y ¡qué indios, ni qué servicio! no teníamos ni Cuartel- Nos mandaba el Coronel a trabajar en sus chacras, y dejábamos las vacas que las llevara el infiel.
12sextilla
Bien me lo esía mi mare: Cabrita que tira ar monte no hay cabrero que la guarde.
30soleá
Chiquiya, ¡balientemente dejaste tú mi queré por er desí de la gente!
30soleá
¡Malhaya er dinero, que er dinero es causa que los sacáis de quien yo camelo no estén en mi casa!
26seguidilla_gitana
Con esta envidia que digo y lo que paso en silencio, a mis soledades voy, de mis soledades vengo.
11cantar
después de tanta hazaña a que no puede bastar cuenta cierta, en la su villa de Ocaña vino la Muerte a llamar a su puerta
12sextilla
Dulce escollo, que aun ahora raya el sol que no se ve: viva mi fe. Si eres alabastro el pecho, cuando no cristal el pie, viviré como desdichado, viviré, moriré.
4octava
Patriarcas que fuisteis la semilla del árbol de la fe en siglos remotos: al vencedor divino de la muerte rogadle por nosotros.
21silva_arromanzada
¿De dónde tantos dolores? Amores. ¿Y cuánto cuesta esa herida? La vida ¿Te mueres si no te quiero? Me muero. Y es así, pues nada espero, que esta ausencia es mi condena: todo cuanto me enajena amor es, la vida muero.
0ovillejo
En tan rico empobrecer el apellido segundo viene mal y es muy claro a mi entender que no hay águila en el mundo sin caudal.
31estrofa_manriqueña
Si la amistad pretendes sea durable, visita a tus amigos de tarde en tarde; pues la más tierna suele tal vez perderse con la frecuencia.
27seguidilla_compuesta
No menos hermosa y más dolorida que aquella Tirana, cuando al despedir de los iliones y vio recogida la gente a las naves en son de partir, la lengua despierta la cuarta a decir comenzó: «Poeta, mi mala fortuna no pienses de ahora, mas desde la cuna jamás ha cesado de a mí perseguir.
41copla_arte_mayor
Elegía, Granada, la dicen las estrellas que horadan desde el cielo tu negro corazón. La dice el horizonte perdido de tu vega, la repite solemne la yedra que se entrega a la muda caricia del viejo torreón.
32quinteto
Así tan herido de muerte De la flecha infeccionada, De golpe terrible y fuerte, Que de mí no supe nada. Por lo cual me fue ocultada De mí la visión que vía, y se tornó mi alegría En tristura infortunada.
40copla_arte_menor
Cobra entonces movimiento Todo el templo y se estremece, Cual fantasma de un momento Que alza el rostro macilento Y al punto, se desvanece.
29quintilla
Bonito es eso imagina el que pone en vuestros pasos advertencia que alcalde sois bonacina pues hacéis todos los casos de conciencia.
31estrofa_manriqueña
Quita del arco la mortal saeta, deja mi pecho que con fuerza heriste, cuando la triste, la divina ninfa me dominaba.
36estrofa_sáfica
Quítate e mi presensia, no te baya a suseé lo que er demonio no piensa.
30soleá
Trabaja la dura tierra, labor de sudor y llanto derramado. El alma triste se aterra y entona callado canto soterrado.
31estrofa_manriqueña
En dos edades vivimos los propios y los ajenos: la de plata los extraños y la de cobre los nuestros.
11cantar
Mariposa ¡tú! qué vas de flor en flor, ¡tú! me provocas, mariposa que enamoras, vuela alto, vuela, regresa a tu nido, ten cuidado con el viento, eres ligera volando, pura seducción eres moviéndote de flor en flor moviendo tus alas al son del viento me haces sentir celos. En tus alas cobijas mis versos, en tu corazón, mi desconcierto.
35unknown
Es noche de fiesta, y el baile de trajes ostenta su gloria de triunfos mundanos. La divina Eulalia, vestida de encajes, una flor destroza con sus tersas manos.
7serventesio
¡Tened, por amor de Dios, que me pico! ¡Pies, teneos! ¡Ay, Jesús! ¡Qué bamboleos! No más, pies; oigámonos.
19redondilla
Amor, cariño, dime qué puedo hacer sin tus abrazos.
8haiku
Pues por su honra y estado, en otros tiempos pasados, ¿cómo se hubo? Quedando desamparado, con hermanos y criados se sostuvo. Después que hechos famosos hizo en esta misma guerra que hacía, hizo tratos tan honrosos que le dieron aun más tierra que tenía.
31estrofa_manriqueña
No digo que sí o que no. Digo que si Dios existe no tiene perdón de Dios.
10tercetillo
¡Qué tiempos, qué movimientos, qué caminos tan extraños, qué engaños, qué desengaños, qué grandes contentamientos nacieron de tantos daños! Todo lo sufre una fe y un buen amor lo asegura y pues que mi desventura ya de enfadada se fue ven, ventura, ven y tura.
6copla_real
Pensamiento mío, ¿adónde te vas? No vayas a casa de quien tú solías, que no pués entrar.
26seguidilla_gitana
Yo sé cuál el objeto de tus suspiros es; yo conozco la causa de tu dulce secreta languidez.
21silva_arromanzada
Un muro de malos sueños me separa de los muertos.
3couplet
La zozobra cruel entra en las naves Y a los guerreros en la lid persigue, Más que el ciervo veloz, y más que el viento Cuando lanza las nubes.
37estrofa_francisco_de_la_torre
Este desde tiempo de su gran pericia amó las virtudes y amaron a él; venció la pereza con esta codicia y vio los preceptos del Dios Emanuel. Sintió las visiones del buen Ezequiel con toda la ley de sacra doctrina; pues, ¿quién supo tanto de lengua latina?, que dudo si Maro iguala con él.
41copla_arte_mayor
Er queré quita er sentío: lo igo por esperiensia, porque a mí ma suseío.
30soleá
De mozo te conocí, en este puesto secreto vigilante, como un ávido neblí, por zarpar pugnando inquieto desde el guante.
31estrofa_manriqueña
Hallarás muchas garzas, sin encontrar un huevo, remendar bien no es cosa de cualquier sastre nuevo: a trovar locamente no creas que me muevo, lo que Buen Amor dice, con razones te pruebo.
9cuaderna_vía
Sicilia, en cuanto oculta, en cuanto ofrece, copa es de Baco, huerto de Pomona; tanto de frutas ésta la enriquece, cuanto aquél de racimos la corona. En carro que estival trillo parece, a sus campañas Ceres no perdona, de cuyas siempre fértiles espigas las provincias de Europa son hormigas.
2octava_real
En tal guisa se partieron los poetas todos cuatro del selvático teatro, desde el hecho que expidieron: El camino que siguieron No recuenta mi tratado, y basta lo procesado para el acto que dijeron.
40copla_arte_menor
Pasó un día y otro día, un mes y otro mes pasó, y el tercer año corría; Diego a Flandes se partió, mas de Flandes no volvía.
29quintilla
Mas ¿cómo perseveras, oh vida, no viviendo donde vives, y haciendo, porque mueras, las flechas que recibes, de lo que del amado en ti concibes?
14lira
Tendrás, si feliz fueres, amigos muchos pero en los contratiempos no hallarás uno: porque sus miras son el coger las rosas sin las espinas.
27seguidilla_compuesta
Gloria al Héroe Britano que nos ayuda a expurgar nuestra patria de tan vil chusma Perpetuos himnos al Lord siempre triunfante jamás vencido
27seguidilla_compuesta
Para las fiestas de mayo prometió la bella Fili sus favores a un zagal que importuno la persigue. Huye a sus ruegos en tanto con engañosos melindres, y mil palabras le empeña para ninguna cumplirle. Loco el zagal en sus ansias, tan crédulo como simple, las gracias de la pastora como finezas recibe. Toda la aldea es donaires, todos de Pascual se ríen, él solo se goza ufano de las burlas que le dicen. ¡Oh, bien haya su inocencia, y más el despejo libre de la sutil zagaleja, que tan bien un amor finge! Pascual cuenta los instantes y la tardanza maldice de los días que se duermen del abril en los pensiles. Sólo Antón, que en crudos celos arde, para divertirse a cada paso esta letra al loco amante repite: «Vendrá mayo, zagal necio, y con sus fiestas vendrá tu desengaño y desprecio y la risa del lugar. Los días que confiado quieres ora adelantar, un tiempo te ha de pesar que hayan tan presto llegado. Déjalos, Pascual, estar; y no te anticipes necio tu desengaño, un desprecio, y la risa del lugar.
1romance
Ar[qu]iles e Poligena, [e] Ypremestra con Lino, e la doña de Rrevena, de quien fabla el Florentino, vimos con su amante, diño de ser en tal pena puesto ; e vimos, estando en esto, a Semeramís con [N]ino.
15octavilla
Y Diana me depara en todo tiempo venados, y fuentes con agua clara en los valles apartados; y arcos amaestrados, con que hago ciertos tiros, y centauros y sátiros me demuestra en los collados.
15octavilla
¡Sí! estoy enfermo, enfermo de amor de un amor eterno, estabas ahí desde hace tiempo, yo te vi y caí enfermo, de la fiebre casi muero, por ver tu suave piel, tú larga cabellera, tus bellos ojos negros. Mi corazón cabalga fuerte mi sangre hierve ¿enfermo por ti? ¡No! enfermo de ¡ti! de tu respiración de tus besos. A tu lado, mi corazón bombea la abrasadora sangre que corre por mis venas, pero si mis ojos no te ven, mi corazón se para sin remedio, al fin y al cabo, ¿Qué más da? contigo o sin ti, de amor estoy enfermo.
35unknown
¡Cuántas noches, mi torre, no te he visto a la unción de la Luna melancólica despertar en mi pecho los recuerdos de tras la vida!
36estrofa_sáfica
Pasando la vida en mundanos placeres, Dilapidando en vicios toda heredad, Después de tantos vaivenes ¿Qué tu eres? Una sombra, guiñapo, vacío, soledad.
7serventesio
Cada febrero no brilla Sevilla. El cielo de acero llora y añora tan resquebrajada suerte... ¡Su muerte! Y en pena su tierra advierte... que no tiene a más decir por todo el Guadalquivir... ¡Sevilla añora su muerte!
0ovillejo
Al salir de tu casa, blanca doncella, acuérdate que sales como una estrella ....
22seguidilla
La esperanza es un árbol el más frondoso, y de sus bellas ramas dpeneden todos.
22seguidilla
Qué cosa sea el gusto, nadie lo sabe, ni de dónde depende, ni de qué nace; pero se advierte que se quiere por gusto lo que se quiere.
27seguidilla_compuesta
Al carro de los triunfos del Lord Wellington te hemos de ver atado vil Napoleón Ya llegó el tiempo del triste desenlace de tus enredos
27seguidilla_compuesta
Porque allí llego sediento, pido vino de lo nuevo, mídenlo, dánmelo, bebo, págolo y voyme contento. Esto, Inés, ello se alaba, no es menester alaballo; sólo una falta le hallo: que con la priesa se acaba.
28copla_castellana
En medio de espaciosas alamedas Guadalquivir en sus risueñas aguas De la Almunia el magnífico palacio Como en luciente espejo retrataba, Donde en un gran salón, cuya techumbre, De oro cubierta y de labores varias, En cien colunas de lustroso mármol Con ricos capiteles descansaba, Cuyos frisos, recuadros y cornisas En esmaltes lucientes adornaban Sentencias del Coran, y cuyo suelo Era bruñidos jaspes de Granada; A los tiernos esposos y á los padres Recibe grato el cordobés monarca : Tiende á Almanzor la mano, á Omar saluda, Y á Abdimelik y á Habiba afable abraza : del regio turbante desprendiendo Magnífico joyel, do se encerraba De gran virtud un talismán antiguo, A la modesta novia lo regala. Ante el soberbio pórtico anchuroso un cuadrado jardin, al que cercaba Verja de limpio bronce, se estendía. Todo alfombrado de olorosas plantas Donde, entre cuatro sonorosas fuentes, Que en conchas de alabastro recobraban Los copiosos raudales que esparcían, Iris formando por las frescas auras, A la sombra de un toldo delicado De leve seda de color de grana. En tápeles y alfombras levantinas El soberbio feslin dispuesto estaba. En él ocupa el preeminente puesto Hixcen el poderoso : seis esclavas Sobre él suspenden el soberbio palio, Que en seis varales de marfil descansa Y á ambas partes dos niños berberiscos. En pebeteros de bruñida plata, Queman preciosos bálsamos de Persia, Y perfumes suavísimos de Arabia. Toman asiento á un lado y otro lado. De brocado en costosas almohadas, Los esposos, ios padres, las doncellas, Los mancebos también, las nobles damas, Y los Amires, y Giafar con ellos. De Córdoba Wacir l6, del regio alcázar Supremo alcaide, y padre de Kerima , Del coro de doncellas capitana. Allí el joven Zeir también se asienta, A quien por su señor Túnez aclama Con todos los excelsos personajes Que al cordobés imperio lustre daban; Y mientras los esclavos les presentan, En fuentes de oro y de cristal en tazas, Los manjares y frutas exquisitas, Licores y conservas delicadas; Los ilustres ingenios la alta gloria De Hixcen en nobles versos celebraban, De Almanzor y de Omar justos loores A la excelsa virtud y á las hazañas ; Y la beldad de la modesta Habiba, De Abdimelik la venturosa llama, El poder celestial de la hermosura, Y del feliz amor las alabanzas. Allí cantaste tú, morisco Homero, Jusef-Aben-Harum, al son del arpa ; Tú, cuyo claro ingenio inmortalizan Ambos poemas de l a guerra y caza. Asunto de tu canto los amores Fueron de Halewa hermosa, y tus desgracias, Y lágrimas piadosas arrancaste, Y lágrimas vertiste al recordarlas. También Aben-Isá, que en el oriente Consiguió por su verso ilustre fama, Y Alhasan, y Albuker allí cantaron, Y Lobna bella, y el anciano Obada". En los bosques, praderas y jardines Mesas cubiertas de manjares hallan El pueblo, los cautivos, los esclavos, Los monteros del rey, su noble guardia. Y hierve entre los árboles y flores La inmensa muchedumbre; y por el aura Cunde la voz del popular contento Al confuso rumor de orquestas varias. Cubren el rio y su cristal esconden, Con toldos y vistosas enramadas, Y flámulas de seda y gallardetes, Lijeros botes y movibles barcas. Desierta quedó Córdoba aquel dia, Y en silencio sus calles y sus plazas, Que en los jardines plácidos de Almunia Toda su población gozosa estaba. El sol, á su pesar, siguiendo el curso Que el dedo omnipotente le señala, Se hundió en el mar atlántico, y la luna En todo su esplendor suplió la falta. Acabado el banquete se cubrieron Los cuatro frentes del inmenso alcázar, Y del parque las verjas, y del bosque Los árboles de ardientes luminarias. Y en tropel ordenado comenzaron Por todos lados bulliciosas danzas, Donde ciases y nombres confundidos, Todo era regocijo y algazara.
18romance_arte_mayor
Deja que afuera, por siniestro caso, En son medroso la tormenta brame, Y el peregrino a nuestra puerta llame, Treguas cediendo al fatigado paso.
24cuarteto
Esta de Sibila del su nascimiento fue jamás nodriza, hasta la sazón que, como decena, por merecimiento es ya del colegio del monte Helicón. Esta, como fija, sucede a Catón, y siente el secreto de sus aforismos; esta de los cielos hasta los abismos comprende las cosas y sabe qué son.
41copla_arte_mayor
Los invisibles átomos del aire en derredor palpitan y se inflaman; el cielo se deshace en rayos de oro la tierra se estremece alborozada. Oigo flotando en olas de armonía rumor de besos y batir de alas: mis párpados se cierran...¿Qué sucede? ¡Es el amor que pasa!
21silva_arromanzada
Cazador entre los pinos, al acecho de torcaces. Otoñada. Tus recuerdos son caminos que regresan pertinaces a la nada.
31estrofa_manriqueña
Ya las mayores dos, casadas siendo, cada cual con un rey vive contenta, y en el matrimonial yugo viviendo parece que mayor descanso sienta; sola quedaba Psique, que plañiendo con su padre se está muy descontenta, porque por su beldad maravillosa ninguno osa pedirle por esposa.
4octava
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. ¡Qué es poesía!, Y tú me lo preguntas? Poesía ... eres tú.
36estrofa_sáfica
Pastora, dame licencia, que diga que mi cuidado sientes en el mismo grado, que no es mucho en tu presencia mostrarme tan confiado. Pues Diana, si es así, ¿cómo puedo yo partirme?, ¿o tú cómo dejas irme?, ¿o cómo vengo yo aquí, sin empacho a despedirme?
6copla_real
Vuela mi estrecha y débil esperanza con flacas alas, y aunque sube el vuelo a la alta cumbre del hermoso cielo, jamás el punto que pretende alcanza.
24cuarteto
El que siembra alcachofas, espinas coge; el que cría colmenas, la miel se come
22seguidilla
Vos, estrellas, también me vistes solo, fiel compañero del silencio vuestro, andar por la callada noche lleno de sospechosos males.
37estrofa_francisco_de_la_torre
¿De dónde venís. Amor, vencido y desbaratado? La color traís perdida, todo venís demudado. ¿Qué's del arco y las saetas que tanto mal han causado? Sin velo vienen los ojos y el carcaj despedaçado; las alas traís sin pluma, descompuesto y malparado; herido venís de amor, el pecho traís llagado. ¿En qué batalla os hallasteis, que salís tan maltratado? Contáme vuestra fortuna, decidme qué habéis pasado." El Amor, cuando esto oyera, desvalido y desmayado, con sospiros congojosos, con un llanto apasionado, dijo; "No me lloréis, madre, no merezco ser llorado, Mayor es mi buena suerte quel mal, aunques extremado. Envidia tenga de mí quien no lo hobiere probado: tan sabroso mal, señora, bien merece ser llamado. La causa de mis enojos fue que, andando descuidado, alcé los ojos al sol, sin velo, mal avisado. Viendo tanta hermosura, gracia y valor extremado, quedé vencido y subjeto, de libertad despojado. Más que'sto merece el sol; con la causa estoy pagado; contento estoy de mi mal, pues es tan bien empleado. La ocasión de mi congoja, de mi dolor y cuidado, es amar sin esperança de llegar a ser amado. Sólo este recelo hace mi vivir apasionado. Dichoso fuera mi mal, yo más bien aventurado si alguna señal hallase para vivir confiado, o holgara el sol siquiera de me ver vivir penado. Mas ¡ay!, que'n dar luz al mundo ocupa sólo el cuidado; ni de mi bien ni mi mal poco ni mucho se ha dado, y así conviene que muera, amando, desesperado.
1romance
Montes de escombro y desiertos No ciudades populosas, Ya se ven; ¿Qué es de Valencia y sus huertos? ¿Y Murcia y Játiva hermosas? ¿Y Jaén?
31estrofa_manriqueña
muero por la bella Elena. No diga tal, que es pecado. Si es voluntad de casado, para santo fin se ordena;
19redondilla
A la lengua del agua lisonjas oye, y aun su báculo seco le echaba flores; su vara convertida vio en palma; no admiren que convierta gentiles su asombro, pues convierte los troncos.
16chamberga
Y como todo el que olvida es de salud un dechado después que te hube olvidado volví otra vez a la vida. Aún vivo muerto, querida, pensando con hondo hastío que tú, en vez del canto mío, oirás, al morir, mañana: -"CUCU, cantaba la rana. CUCU, debajo del río."
13espinela